18.2.09

10. Danzando (II)

En la selva, el decorado se mueve según la destreza de cada cual. Tus ojos, vagos y mal acostumbrados, no ven más allá del primer árbol. Tus pies tropiezan con raíces, lianas, se hunden en el barro y el miedo a las serpientes te hace dudar. Los sonidos son guía y alarma de futuro, y los ríos que cruzas intentan arrancar tu pasado. Avanzas más rápido en tu interior que en la jungla.

Esa noche me vi desde los ojos de un puma que, aún sabiéndome presa fácil, dejó que volviera sano y salvo a mi refugio.